Del castillo, destaca la impresionante torre románica de planta rectangular, con ventanas y aspilleras de medio punto, culminada por almenas, que puede observarse desde el jardín de la casa. El edificio, asentado sobre una colina, domina el territorio. De ahí que el pueblo creciera a sus pies.
La sala del castillo es el cuerpo adosado a la torre, que en el s. XVII se transformó para dar cabida a la iglesia en honor a la Virgen de los Remedios. Fue en este momento que se decidió decapitar la torre de la derecha, de base redonda con bonitas aspilleras, para convertirla en el campanar.
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